El Síndrome de West es un trastorno neurológico poco común que principalmente afecta a bebés y niños pequeños. Se caracteriza por espasmos musculares involuntarios, retraso en el desarrollo motor y deterioro cognitivo. También conocido como espasmos epilépticos infantiles, este síndrome puede ser extremadamente desafiante tanto para los pacientes como para sus familias, ya que actualmente no existe un tratamiento completamente efectivo. Los medicamentos sintéticos, como el clobazam o la vigabatrina, pueden proporcionar un alivio parcial, pero a menudo es necesario complementarlos para evitar aumentar las dosis, lo que podría provocar efectos secundarios adversos. Los síntomas típicamente se presentan en los primeros meses de vida y pueden ser difíciles de diagnosticar. Los espasmos musculares, caracterizados por movimientos bruscos y repentinos, son el síntoma más evidente, pero también pueden presentarse otros problemas como desviación de la mirada, insomnio, retrasos en el desarrollo y convulsiones.
Afortunadamente, la investigación científica ha demostrado que el Cannabis Medicinal es una opción prometedora para el tratamiento del Síndrome de West. Los fitocannabinoides, como el CBD (Cannabidiol), presentes en el cannabis, han mostrado propiedades anticonvulsivas y neuroprotectoras, lo que puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los espasmos musculares y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además, el Cannabis puede ayudar a aliviar otros síntomas asociados, como la irritabilidad, hipotonía muscular y problemas del sueño, ofreciendo un enfoque integral para el tratamiento de esta compleja condición. Es posible iniciar la terapia con cannabis en paralelo con los medicamentos tradicionales como clobazam, vigabatrina y levetiracetam. Con el tiempo y dependiendo de la respuesta y el progreso del paciente, las dosis de los medicamentos tradicionales pueden reducirse e incluso suspenderse.
Juanita, una niña de tres años diagnosticada con el Síndrome de West, experimentaba espasmos musculares frecuentes y severos que afectaban su capacidad para moverse y comunicarse. Al llegar a dosis muy altas de los medicamentos convencionales, Juanita comenzó a experimentar efectos secundarios como estreñimiento, aumento de peso y gastritis. Por ello, su familia decidió explorar opciones naturales. Tras observar que los tratamientos tradicionales no regulaban completamente su situación, los padres de Juanita decidieron probar el cannabis medicinal y acudieron a nosotros para comenzar un tratamiento con aceite de CBD al 10%. Después de la primera semana, notaron una mejora significativa en la frecuencia y severidad de los espasmos, así como en el ánimo y el sueño de Juanita. Con el tiempo, su desarrollo motor y cognitivo comenzó a avanzar, permitiéndole participar más activamente en las actividades diarias. Actualmente, Juanita disfruta de una mejor calidad de vida, continúa recibiendo levetiracetam en dosis bajas junto con el aceite de cannabis medicinal. Nos alegra saber que lleva más de tres meses sin crisis convulsivas ni espasmos epilépticos.
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